domingo, 22 de enero de 2012

José Vicente Hoy, entrevista a Hugo Chávez Frías Presidente de la República Bolivariana de Venezuela



Televen
José Vicente Hoy
Palacio de Miraflores
Caracas, 22 de enero de 2012
TVRJVH-L230112-Presidente Chávez

José Vicente Rangel
Entrevista a


Hugo Chávez Frías
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela


José Vicente Rangel: Presidente.
Presidente Chávez: Feliz año nuevo.
José Vicente Rangel: Feliz año.
Presidente Chávez: José Vicente en Miraflores. ¿Qué tal? Bienvenido y todo tu equipo.
José Vicente Rangel: ¿Cuál fue la primera vez que tú viniste a Miraflores?, ¿cuándo fue la primera vez?
Presidente Chávez:  La primera vez, yo como que te lo conté una vez. Yo vine por ese pasillo -esto parece increíble- a buscar una caja de güisqui cuando aquí repartían güisqui.
José Vicente Rangel: ¿Tú y que eres abstemio?
Presidente Chávez: Yo no bebo esas cosas.  Yo era teniente y había un nuevo allá en la Escuela Militar, teníamos la fiesta de la elección de las reinas, y yo, como era farandulero, tú sabes que yo animaba espectáculos, entonces Lucas Rincón que era mi capitán, hizo el contacto. Aquí había un general, creo que era jefe o subjefe de la Casa Militar, tío de aquel recluta, entonces yo vine con el recluta, aspirante a cadete, el nuevo este y salimos con una caja de güisqui por ahí, primera vez que yo vine a Miraflores.
José Vicente Rangel: ¿Se la tomaron?
Presidente Chávez:  Uff, no las tomamos, no quedó nada, tremenda fiesta hicimos, la elección de la reina de los nuevos era… era como 1980 por ahí.
José Vicente Rangel: ¿Qué pensaste tú en ese momento?, ¿qué volverías para acá de otra manera?
Presidente Chávez: Ya yo tenía como señales precursoras -diría Nietzsche- señales precursoras, era el año 80, ya yo andaba conspirando. Yo en el 78 estaba reunido por allá con Maneiro, Alfredo Maneiro, Douglas Bravo, o sea, que ya yo andaba como... como...
José Vicente Rangel: Subversivo en potencia.
Presidente Chávez: Subversivo ya en gestación, y después aquí mismo, recuerdo mis conversaciones con Jesús Ramón Carmona, años después, que era ministro de Carlos Andrés.
José Vicente Rangel: Sí, como no.
Presidente Chávez: Llanero, yo lo conocí mucho en Apure.
José Vicente Rangel: Está en Apure.
Presidente Chávez: Había sido de la izquierda, del MIR, y recuerdo que una vez me topé con el mismo Carlos Andrés en la oficina del...
José Vicente Rangel: Fue el primer venezolano que habló de la Plaza de la Revolución en La Habana.
Presidente Chávez: ¿Sí?
José Vicente Rangel: Sí.
Presidente Chávez: Y fue el que le dio la bienvenida en el Aula Magna a Fidel Castro, él era el presidente de la FCU. Bueno, yo conocí mucho a Carmona.
Y una vez me topé con Carlos Andrés, una noche, yo estaba haciendo un curso de Ciencias Políticas y no tenía computadora, me vine aquí a trabajar… pero eran excusas que yo tenía para ir entrando aquí. Estamos hablando ya de 1989, después de “el Caracazo”, y me consigue él, me estaba un oficial dando una clase de computadora, del sistema MS-DOS, ¿te acuerdas? Bueno haciendo curso de computación en la Simón Bolívar, y de repente se abre la puerta esa que está ahí, y tal y entra, yo miro así, Carlos Andrés Pérez. Me paro firme, claro: “Señor Presidente”.
 —¿Y quién es usted?
“El mayor Chávez”.
—¡Ah! Usted es el mayor Chávez. ¿Y qué hace aquí?
“Estudiando computación”.
—Lo felicito. Siga estudiando. ¿Y qué está estudiando?
“Ciencias Políticas”.
—Es bueno que estudien Ciencias Políticas los oficiales—, decía. Nunca se me olvida.
José Vicente Rangel: Bueno vamos a trabajar aquí.
Presidente Chávez: Vamos pues.
José Vicente Rangel: ¡Ah!
Presidente Chávez: Salón Simón... ¿Dónde voy yo?
José Vicente Rangel: ¿Vienes preparado?
Presidente Chávez: Voy a la izquierda, ¿no?
José Vicente Rangel: Sí, siempre.
Presidente Chávez: A la izquierda. Preparado. ¿Cómo está Televen, chico?
José Vicente Rangel: Bueno, primero en sintonía...
Presidente Chávez: ¿Tú te acuerdas la primera entrevista que hicimos allá en Televen?
José Vicente Rangel: Sí, como no.
Presidente Chávez: Fue el 26 de marzo, me rompieron el liqui-liqui y todo. ¿Tú te acuerdas de eso?
José Vicente Rangel: Las dos primeras no pudieron salir al aire.
Presidente Chávez: Las prohibieron, cuando había democracia aquí, libertad de expresión, un tribunal militar prohibió que transmitieran.
José Vicente Rangel: Y me abrieron un juicio militar a mí por eso.
Presidente Chávez: ¿Te abrieron un juicio también?
José Vicente Rangel: Como no, también.
Presidente Chávez: Imagínate tú. Que libertad de expresión aquella. Saludos. Y Anita, está allá en el puesto de comando.
José Vicente Rangel: El timón.
Presidente Chávez: El timón. ¿Cómo haces tú...?, ¿tú llegaste a 80 años ya?
José Vicente Rangel: Largos.
Presidente Chávez: 80 y más, mira como está. Felicitaciones, feliz año nuevo.
José Vicente Rangel: Vamos a arrancar ubicando esta conversación en el ámbito o en el espacio de dos aniversarios: 4 de febrero y 2 de febrero, ¿no? Golpe de Estado y tu ascenso a la presidencia de la República, después de las elecciones del 98. ¿Qué significa eso?, ¿qué significan esas dos fechas? Vamos a concatenarlas, porque para mí tienen una conexión.
Presidente Chávez: Claro, sin duda. Es decir el 2 de febrero de 1999 es consecuencia directa del 4 de febrero, aun cuando yo soy de los que cree firmemente que el 4 de febrero fue un acontecimiento legitimado, incluso, antes de ocurrir. Me explico, aquí venía una tormenta cuajándose, cuajándose, desde los 70, los 80, comenzaban los 90. Salió el rayo; el rayo estaba legitimado, era un rayo legítimo; fue un hecho legítimo y además fue legitimado inmediatamente, ipso facto, por el mismo pueblo, el gran apoyo. Tú recuerdas, como periodista, no sé 80%, algo así, de apoyo a la rebelión del 4 de febrero, de un pueblo que estaba cansado, que no veía salida.
Ahora, yo diría que desde ese punto de vista, el 2 de febrero, el día de la toma de posesión después de la gran victoria del 6 de diciembre, fue como la legalización de la legitimidad revolucionaria, porque estaba legitimada la revolución del 4 de febrero, pero luego se legalizó con el triunfo electoral y el juramento aquel y nuestra llegada aquí.
José Vicente Rangel: Podríamos hablar entonces de dos golpes de opinión. El golpe de opinión del 4 de febrero, encarnado por un sector de la Fuerza Armada, que tú comandaste; y el golpe de opinión de las elecciones, que culminan con la victoria electoral tuya para la posesión el 2 de febrero.
Presidente Chávez: Sí.
José Vicente Rangel: Es decir, ahí estuvo presente en todo momento la opinión pública, tanto en el acto militar como en el acto civil del voto, que es lo que determina tu ascenso al poder.
Presidente Chávez: Como decía Simón Bolívar —estamos en el Salón Simón Bolívar, mira allá al padre de la Patria—: “La primera de todas las fuerzas es la opinión pública”. Desde ese punto de vista, bueno, fueron golpes de opinión. Ahora, el 4 de febrero una revolución legítima, apoyada inmediatamente por esas fuerza de la opinión pública; y esa fuerza que se desató el 4 de febrero fue la que trajo aquí a Rafael Caldera, fue la que trajo aquí a este humilde soldado. Y yo te aseguro, estoy seguro, que lo que ocurra en el devenir de este siglo vendrá con el sello del 4 de febrero, lo que siga aconteciendo aquí a lo largo de los años que vienen. El 4 de febrero es un hecho histórico de una gran profundidad, partió la historia en dos, pues.
José Vicente Rangel: Pero con la participación del pueblo y de la fuerza militar. Para mí eso es determinante, el binomio Fuerza Armada-pueblo es determinante en todo este proceso y en lo que viene también.
Presidente Chávez: Sin duda alguna, sin duda alguna. ¿Cómo tú haces una Revolución sin el apoyo de la Fuerza Armada? ¿Cómo haces una Revolución sin el apoyo del pueblo? Hoy tenemos nosotros la Revolución Socialista apoyada por esas dos grandes columnas: pueblo y Fuerza Armada.
José Vicente Rangel: Y una contrarrevolución tampoco se puede hacer sin el apoyo de la Fuerza Armada, hoy en día.
Presidente Chávez: Bueno se demostró, se demostró. De este mismo salón salieron corriendo por allá por ese pasillo a la puerta trasera de la historia, tú sabes quienes ¿no?, los contrarrevolucionarios que pretendieron desconocer el ritmo de la historia. Porque es eso, José Vicente, tú me preguntas: 4 de febrero, 2 de febrero. Son dos, como dos puntos de una línea, de una línea que se ha convertido en un proyecto nacional de desarrollo.
Yo estaba recordando que nosotros el 4 de febrero traíamos ya lo que llamábamos el libro azul, era un folleto muy modesto pero ahí estaban ya planteadas las líneas gruesas de lo que hoy es ya, ahora sí, 20 años después, el Proyecto Nacional Simón Bolívar. Ahora, había que pasar por la Asamblea Constituyente, y esto es importante también decirlo, nosotros el 4 de febrero no traíamos ningún plan de instalar en Venezuela una dictadura, en contrario, era llamar a una Asamblea Constituyente. Vino el fracaso militar, vino el “por ahora”, bueno siete años después ¿no? del 92 al 99, ese 2 de febrero yo firmé el decreto llamando a referendo para la Asamblea Constituyente, es decir, el “por ahora” vino a continuar... el proceso del 4 de febrero continuó su rumbo, que quedó trunco el 2 de febrero. Y aquí vamos, este es el rumbo del 4 de febrero lo que venimos siguiendo.
José Vicente Rangel: Fíjate, hay un aspecto interesante que vale la pena contrastar:el 18 de octubre de 1945, un golpe contra el gobierno democrático del general Medina Angarita, de sectores de la Fuerza Armada, con un partido para entonces popular, Acción Democrática; tres años después se derrumba aquel proyecto. Yo creo que en la base de ese derrumbe estuvo la falta de cumplimiento del proyecto que se le ofreció al país, de cambio, de transformación social, y eso devino posteriormente en una dictadura militar, que fue la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. A ti te acusan de dictador, pero resulta que tú has ejecutado un proyecto revolucionario, que es lo que distingue y lo que le ha dado estabilidad a este proceso, del proceso que se inicia el 18 de octubre y que fracasa estrepitosamente después del 24 de noviembre del año 48.
Esa observación, contrastar el hecho revolucionario del 18 de octubre con el 4 de febrero y el proyecto posterior, creo que es interesante para la comprensión de la gente.
Presidente Chávez: Sí, yo creo fíjate, 18 de octubre 1945.
José Vicente Rangel: Correcto.
Presidente Chávez: Yo creo que eso fue un aborto lo que hubo ahí, ahí no hubo ninguna Revolución de Octubre, fue un aborto.
José Vicente Rangel: Pero que se le llamó Revolución y las consignas eran revolucionarias aparentemente, reparto de la tierra, etc.
Presidente Chávez: Sí, pero recuerda, recordemos que Venezuela venía saliendo de la larga noche gomecista, de la larga dictadura, férrea dictadura de Juan Vicente Gómez. Ahora el proceso, sobre todo, no digamos tanto con el general López Contreras, pero con Medina Angarita. Medina Angarita comenzó una apertura democrática, ¿quién lo puede negar? ahí están las evidencias históricas. Y por eso digo fue abortado ese proceso hacia la democracia, por un golpe de Estado ahistórico, antihistórico, un aborto pues.
Ahora, el 4 de febrero es totalmente contrario. Aquí Venezuela venía en una degeneración indetenible de la llamada democracia puntofijista hacia una dictadura, incluso ya con colmillos; porque poco se ha hablado de esto, nosotros en verdad, a mí me llaman tirano, dictador. No; soy un antidictador. Había un grupo de generalotes y un grupo de la oligarquía venezolana que tenía casi que listo el golpe de Estado, bueno por esos años, 91; 90, 92, sobre todo después de “el Caracazo”.
¿Tú no recuerdas el gran papel protagónico que jugó, entre otros, el general Alliegro? Y la clase política se replegó, y luego surgió la tesis de la... Bueno salida de los salones de la burguesía, de los equipos de pensamiento de la burguesía; incluso en Estados Unidos estaban ya aceptando la tesis de que en Venezuela no había más alternativa que un golpe de Estado.
Nosotros produjimos, entre otras cosas, el aborto de ese golpe de Estado; pero fue el parto revolucionario el 4 de febrero, muy, muy distinto, totalmente contrario al aborto del 18 de octubre; esto sí fue una Revolución, la de febrero, la del 4 de febrero y lo estamos demostrando en estos 20 años, y lo seguiremos demostrando en los próximos 20 y en los próximos 40, y en los próximos 80, una verdadera Revolución, la última del siglo XX.
José Vicente Rangel: Te diría yo que la mejor demostración es la lealtad a esos principios. Es decir, si una vez que se inicia el Gobierno Revolucionario, a partir del 2 de febrero del 99, no se asumen los cambios como se han asumido, y no se lleva adelante el proceso de cambio, el 4 de febrero hubiera quedado relegado en la historia, porque es lo que le da legitimidad, la consecuencia del grupo que impulsó la transformación, la lealtad a unos principios.
Presidente Chávez: Sí. Y a un programa.
José Vicente Rangel: Exacto.
Presidente Chávez: A un programa, a unos principios, a unas ideas; a un programa, a un proyecto, a un proyecto más que programa. Tú sabes que, bueno, Venezuela, a lo largo del siglo XIX y el siglo XX, se acostumbró… la historia venezolana se acostumbró a presenciar la llegada, primero a la Casa Amarilla y luego a este Palacio, a esta casa, de hombres, partidos o movimientos que prometieron muchas cosas, pero luego aquí fueron incapaces de hacer el más mínimo cambio. Bueno, y eso viene, vino arrastrándose desde los tiempos del mismísimo José Antonio Páez; José María Vargas, luego los Monagas, luego los compañeros de Zamora, de la Guerra Federal, casi todos llegaron a presidentes: Joaquín Crespo, Ignacio Andrade, Juan Crisóstomo Falcón, Antonio Guzmán Blanco, no fueron capaces del impulsar ningún proceso revolucionario, ningún cambio verdadero; no fueron consecuentes con las promesa, en algunos casos revolucionarias, como el caso de Guzmán Blanco o de Joaquín Crespo.
Y el siglo XX ni se diga, bueno terminando con Betancourt y todas aquellas propuestas de Acción Democrática, de Copei, todo eso fue un gran fiasco. Nosotros no podíamos llegar aquí a convertirnos en un fraude más, contra viento y contra marea teníamos que venir a cumplir con un compromiso y con un proyecto, y eso fue lo que desató el golpe de Estado del 11 de abril.
José Vicente Rangel: Exacto, eso es lo que yo quería puntualizar contigo y lo que quiero que puntualicemos al terminar este espacio, a la vuelta ¿no? Es decir, la experiencia durante esos dos recorridos, la experiencia de estos dos procesos históricos, ¿qué está presente en ello?, ¿cómo ves tu los aciertos y los desaciertos de esta etapa? Pero vamos hablarlo al regresar de la pausa.
Presidente Chávez: Correcto.
José Vicente Rangel: Entremos directamente a la etapa que se inicia con el 2 de febrero del 99, el gobierno revolucionario instaurado ya, funcionando, ¿cuáles fueron los aciertos iniciales y los desaciertos iniciales también?, en una perspectiva histórica que ya tu estas en capacidad de considerar. Aciertos: el llamado a constituyente.
Presidente Chávez: No, el primer gran acierto es eso, fue haber sido capaces nosotros de mantener una línea, lo que decíamos hace un rato, ser consecuentes con un proyecto, con una promesa.
José Vicente Rangel: Coherentes.
Presidente Chávez: Coherentes y consecuentes, pues. Porque yo recuerdo aquel paréntesis entre diciembre, 6 de diciembre y 2 de febrero en La Viñeta, ahí llegaba mucha gente, porque a mí se me acabó la libertad el mismo día que ganamos las elecciones ¡run! pa’ La Viñeta, y allá llegó mucha gente a hacer propuestas, el primero que llegó o uno de los primeros, en la mañana del día siguiente fue el embajador yanqui con la visa y una carta de mister Clinton invitándome a la Casa Blanca; y después llegó gente, bueno casi toda de la pequeña o de la gran burguesía; de los altos mandos militares.
Ahora, recuerdo algunas personas que llegaban a decir: “Bueno la Constituyente sí, pero el Congreso la puede convocar, para que usted se preserve...”. Hasta decretos redactados. Recuerda tú que tenía mayoría Acción Democrática y Copei en aquel Congreso, y casi todos los gobernadores eran de oposición y la Corte Suprema de Justicia dominada por la burguesía, bueno, el Poder Electoral. El Estado estaba intacto, sólo estaba yo ahí como una cabeza de playa, pues, el Gobierno que se estaba instalando.
Ahora yo creo que fue un gran acierto mantener con una firmeza a prueba de todo el proyecto constituyente y haber firmado el decreto, contra viento y marea. Creo que fue el primer gran acierto.
José Vicente Rangel: Tú crees que hubo claridad inicial.
Presidente Chávez: Yo creo que sí, yo creo que sí. Alguien pudiera decir que hubo una primera etapa donde no se aplicó a fondo la Revolución, es cierto, pero es que si la hubiéramos tratado de aplicar a fondo quizá hubiéramos abortado el proceso, porque se trata de la viabilidad. Recuerdo ahora mismo al profesor Sanz, a los profesores, Sanz, Calcagno, De Barbieri y la tesis de la viabilidad de los proyectos, es decir; ¿es viable? ¿Era viable desde el punto de vista político iniciar el Gobierno ya con un proyecto profundamente revolucionario?, ¿había viabilidad política? ¿¡Cómo!? Con casi todo el Estado en contra ¿Había viabilidad social?, ¿había viabilidad económica? No teníamos ni recursos para pagar sueldos.
José Vicente Rangel: Podemos hablar de una concesión táctica a los poderes fácticos. 
Presidente Chávez: No, yo creo que no, más bien fue parte de una estrategia, la primera ofensiva que teníamos que lanzar era la Asamblea Constituyente, recuerdo lo económico que lo dejamos casi que intacto, pero había que abrir como la brecha política al sistema, a través de la Asamblea Nacional Constituyente. No creo que haya sido ninguna concesión, creo que estábamos estudiándonos, estudiándonos: la burguesía criolla, el imperialismo tratando de rodearme, tratando de anularme y anularnos; y yo también, apenas con 40 años, un poquito más de 40 años ¿no?, sí 44, 45 años, pero ya un poco fogueado por el camino. Yo te decía que cuando vine de teniente aquí ya yo andaba conspirando, no fui ningún improvisado. Así que estábamos como esos boxeadores en el primer round, haciéndonos el estudio.
José Vicente Rangel: ¿En qué momento se rompe eso?, ¿en qué momento se rompe ese estatus? 
Presidente Chávez: Bueno se aprueba la Constitución, como tú sabes, como sabemos; y luego viene la relegitimación, la segunda victoria y luego las leyes habilitantes, que comienzan a poner el punto sobre la i, o los puntos sobre las íes. La Ley de Tierras, acuérdate que la quemaron por ahí en la calle; la Ley del Petróleo. Aquí vino no se cuántas veces el embajador norteamericano con los altos representantes de la Exxon Mobil, la Conoco Phillips, la Chevron Texaco; los ingleses con la Shell y no se cuántas más. Y entonces recuerdo una conversación de un viejo y examigo nuestro en su apartamento, me dijo: “Hugo, si no echas atrás las leyes habilitantes viene un golpe...”. Le dije, ya a punto de amanecer, le dije: “Los esperaré, pero yo no voy a echar atrás esto. Esto es parte de la vida, aquí está empeñada mi vida...”. Entonces ahí se rompió todo, o sea ahí comenzó de verdad la batalla, después de los escarceos iniciales del 99, del 2000, del 2001.
José Vicente Rangel: Se puede decir que hubo un aprendizaje en la acción.
Presidente Chávez: Siempre. Bueno, hay quienes… lamentablemente hay quienes a pesar de las acciones no aprenden. En la oposición venezolana hay varios ejemplos de ello, quienes a pesar de lo largo del camino y de las acciones no aprendieron o no aprenden.
José Vicente Rangel: ¿Tú sí has aprendido?
Presidente Chávez: En mi caso, modestamente lo digo, siempre he tratado de aprender, de asimilar conocimientos, de asimilar experiencia y con eso nutrir, nutrir más aún esta voluntad de vivir y de luchar y de vencer que a uno lo impulsa. Hay que aprender todos los días, uno tiene que tratar de aprender, de sacar lecciones de las más duras realidades.
José Vicente Rangel: ¿Ese aprendizaje suyo no es una mezcla de aprendizaje con intuición?
Presidente Chávez: A lo mejor… tú que eres medio sicólogo. Yo creo que sí. Una vez el general Pérez Arcay, hace tiempo, él no sabía para nada que yo andaba ya en el movimiento revolucionario, pero yo le preguntaba muchas cosas y me veía, nos conseguíamos muy frecuentemente en la librería El Incendio ahí en el Círculo Militar, o allá en la oficina del Ministerio de Defensa, donde editaban libros, por allá en un viejo galpón, ahí nos topábamos buscando libros. Entonces me decía: “Chávez, Chávez, yo lo veo a usted buscando libros y preguntando cosa, usted fue invadido por la angustia del conocimiento...”. Y es verdad.
Hace muchos años que yo fui invadido por esa angustia, por esas ganas de aprender, esas ganas de conocer, esa voluntad de conocer. Y luego cuando sentí que estaba atrapado por esta corriente que aquí me trajo, con más razón. Cuando te contaba que Carlos Andrés me consiguió por ahí estudiando computación, dando los primeros pasos, estudiando la Ciencia Política, es porque yo sentía necesidad de estudiar, de conocer más la Ciencia Política, la ciencia del Gobierno, muchos años estudiamos y yo bueno lo que es el Gobierno, lo que es la nave del Estado, los poderes del Estado, el derecho comparado, la estrategia militar, la estrategia política, la geopolítica, todo eso me ayudó mucho y nos ayudó bueno a cumplir esta tarea que estamos cumpliendo. Aprendizaje qué más, dijiste en la acción,
José Vicente Rangel: ¡Ajá! En la acción. ¿Pero qué más hay detrás de eso, detrás de Chávez?, porque fíjate tú, yo se que tú eres un estudioso, yo creo que es el Presidente que ha estudiado más en ejercicio del mando, tú te tragas los libros, te tragas todo, ficción, cuentos, novelas, economía, política, etc., pero eso no es suficiente, yo conozco mucha gente que también ha estudiado y no la pega.
Presidente Chávez: Es verdad.
José Vicente Rangel: Entonces, ¿qué hay detrás de eso?, ¿que hay?, aparte de la vocación, aparte del deseo de gobernar, de dirigir un país.
Presidente Chávez: Me estas obligando casi que recurrir a Nietzsche otra vez, a la filosofía, pues.
José Vicente Rangel: Dale, pues.
Presidente Chávez: Yo te mostraba allá en el Patio de Honor, de Armas de la Escuela Militar, aquel diario mío de 1974 y el día aquel en que llegó Carlos Andrés otra vez al patio, el día que asumía la presidencia, al día siguiente pues al desfile militar y yo que tenía era 20 años escribí ahí, yo no se de dónde salió eso, no recuerdo: “Algún día… veo al nuevo Presidente y algún día me gustaría o quisiera tener la responsabilidad de llevar las riendas de la Patria de Bolívar...”, una cosa así escribí. Es decir, Nietzsche hablaba de las señales precursoras. Yo creo que a mí me ocurrió eso, José Vicente, y desde entonces yo me vine como que preparando, ¡algo me impulsaba! una voluntad interna secreta, escondida, quizás genética, bueno no sé de dónde, pero también de cómo yo nací, dónde nací y dónde crecí.
Yo recuerdo haber visto a Rómulo Betancourt con un liqui-liqui blanco que cruzó el puente Páez, el río Boconó, nos llevaron en un camión de estaca a los niños que éramos, bueno, a mirar al Presidente que pasaba a entregar tierras de la Reforma Agraria, si mal no recuerdo iba con John Kennedy que vino aquí, tú sabes, a entregar tierras, era la Alianza para el Progreso. Yo recuerdo a unos jóvenes norteamericanos que llegaron a Sabaneta, por esos años, yo era monaguillo, te estoy hablando de hace 50 años y nos enseñaban algunas palabras de inglés y repartían avena Quaker, era la Alianza para el Progreso.
Pero también recuerdo en los montes de San Hipólito, por el Caño e´ Raya, que había unos señores que los llamaban los guerrilleros. ¿Ves? dónde uno nació y dónde fue creciendo. Y después vine para la Escuela Militar y a ti te vi candidato presidencial cuando “Pepe” era aspirante a cadete en 1973. Ahí hay mucho de magia en todo eso, ¿tú no crees?, no sé.
José Vicente Rangel: Yo soy el que pregunto aquí.
Presidente Chávez: Hay como magia en todo eso, hay como una magia. Pérez Arcay dice que una mano invisible fue colocando fichas en un tablero. Pero, bueno, sí hay cosas más allá, a veces incluso de lo racional. La intuición, por ejemplo, a veces es irracional, a veces tú hueles algo.
José Vicente Rangel: ¿Cuál crees tú que es la percepción que tiene tus enemigos de ti?
Presidente Chávez: Mis enemigos de tí. Bueno no sé, yo creo que depende de... yo creo que algunos de ellos me han subestimado y creo que me siguen subestimando y se siguen autoengañando; algunos siguen diciendo que yo me estoy muriendo, que el cáncer me llegó a los huesos, que me queda un año de vida cuando más; otros dicen que estoy fuera de la realidad, bueno sigan creyendo.
José Vicente Rangel: Bueno, ya por lo menos matriculaste pa’ este año.
Presidente Chávez: Ya por lo menos matriculé.  Y matriculé bien, al galope.
José Vicente Rangel: Estás repotenciado.
Presidente Chávez: Me dijo Putin: “Oye, Chávez, ¿cómo tú aguantas 10 horas ahí en un mensaje a la nación...?”. Le dije: “No, no fueron 10, 9 horas y media...”. En fin, yo creo que ellos, entre otras cosas, nos subestiman.
José Vicente Rangel: Tú sabes que todo el mundo se pregunta eso, esa pregunta de Putin se la hace todo el mundo aquí.
Presidente Chávez: ¡Ajá!, ¿cuál?, ¿cómo aguanta uno?
José Vicente Rangel: Cómo aguanta una persona 10 horas ahí.
Presidente Chávez: Tú aguantarías también, 12 y 14. José Vicente, oye no sé, es quizá como cuando uno tiene una gran responsabilidad, tiene un desafío muy grande, alguien dijo, bueno, si un perro bravo me persigue soy capaz de saltar 8 metros, una cerca de 8 metros. Y bueno no sé, no sé; no sé. Son fuerzas que uno tiene por dentro y acumuladas, y en el momento requerido por una situación se manifiestan. Yo no sé, porque yo no planifiqué durar 10 horas en la Asamblea. No; todo lo contrario, mira trabajé desde diciembre con Elías y los equipos, les dije: “Miren, vamos hacer una exposición de dos horas con unos gráficos...”.  Y los gráficos estaban todos ahí. Pero no, yo llego ahí y empiezo y empiezo, y yo veo el panorama y el pueblo en la calle, todo aquello va entrando aquí en mis códigos y después me expreso como lo que soy. Yo creo que en la Asamblea Nacional habló Chávez el que retornó: ¡Chávez! No dos horas, sino lo que tenía que hablar. A lo mejor ese Chávez de adentro está respondiendo, con 10 horas, sin habérselo propuesto, a los que dicen que se está muriendo, para demostrarles la verdad. Y yo he podido pasar ahí 5 horas más.
José Vicente Rangel: ¿Tú no crees que uno de los problemas que tú has tenido, que ha tenido tu Gobierno, es que no ha contado con una oposición democrática?
Presidente Chávez: Es un problema del país, José Vicente, tú que eres político ya de larga data, sabes lo que es importante tener fuerzas políticas leales con el país.
Fíjate, yo lo dije ahí y lo vuelvo a repetir, si tú me lo preguntas, si yo pierdo las elecciones el 7 de octubre sería el primero en reconocerl, y entregaría el Gobierno y llamaría a mis seguidores: civiles, militares, desde los más moderados hasta los más radicales a obedecer el mandato de un pueblo. Y es lo que nos toca, pues. Porque tampoco sería el fin del mundo para nosotros, una Revolución, tú me preguntabas una vez, no se juega en un día, se juega todos los días.
Ahora, pero fíjate, de los precandidatos de la oposición, desde que yo lancé en la Asamblea Nacional ese como desafío, ninguno responde, ninguno se compromete a reconocer; yo sigo diciéndolo aquí por Televen, los candidatos de la oposición díganlo, nada más esto, que reconocerán los resultados electorales o el resultado del 7 de octubre, que será emitido al país y al mundo por quien tiene que emitirlo: el Consejo Nacional Electoral. No es el Departamento de Estado  ni es el otro ni es la otra. ¡Díganlo! Porque el país necesita saber si hay lealtad en los sectores políticos. Ahora, es un gran problema que tenemos nosotros.
Fíjate allí en la Asamblea, a mí se me ocurrió de repente porque yo los vi con ganas de hablar a algunos, eso tampoco estaba en el formato.
José Vicente Rangel: Una cosa insólita, eso rompe con la tradición.
Presidente Chávez: Fue como un Aló Presidente, pues.
José Vicente Rangel: Yo no me imagino a Betancourt o a Carlos Andrés Pérez dándole la palabra a un...
Presidente Chávez: ¡No! ¡Qué! Yo creo que hubieran mandado a sacar preso a más de uno ahí, ¡Betancourt!, imagínate tú.
Ahora, entonces yo veo a algunos con ganas de hablar, otros andaban muy sonreídos, entonces le di la palabra pues está bien y a la otra y al otro. Ahora ahí se les vieron las costuras. Afortunadamente ahí surgió, o sea surgió a la luz, se evidenció una corriente de oposición que piensa políticamente, así lo creo, otra corriente que piensa económicamente, y otra que no piensa, sino que odia. Y eso es peligroso.
Ayer escribió Farruco Sesto una columna recomendándole a Venezuela no subestimar ese odio de algunos, porque ese odio es explosivo, ese odio es fascista y es uno de los factores muy peligrosos que tiene el país. Hay que llamar a las corrientes de oposición a que sean leales con el juego democrático, leales con sus seguidores, leales con el país.
José Vicente Rangel: Vamos  a hacer una pausa y al regresar...
Presidente Chávez: Estamos alargando mucho, esto va a ser como otra...
José Vicente Rangel: Al regresar otro mensaje.
Presidente Chávez: Otra memoria y cuenta.
José Vicente Rangel: Mira, al regresar hablemos, el 12 de febrero tiene la oposición un evento, unas primarias para escoger el candidato, vamos a conversar sobre ese punto.
Presidente Chávez: Bien.
José Vicente Rangel: Presidente, la oposición va a escoger un candidato el próximo 12 de febrero; a lo mejor no se dan las primarias, se habla de un consenso, pero en todo caso van a escoger un candidato, por consenso o a través de las primarias, ¿qué significación tiene eso para ti?
Presidente Chávez: Yo creo que, en primer lugar creo que ya lo escogieron, sea cual sea el que gane las primarias o el llamado consenso, digo ¿por qué?, porque es que todos son iguales; para mí, desde mi punto de vista todos representan lo mismo, es decir, son el candidato o la candidata, el que sea, de la burguesía más rancia, más radical,  y el candidato del imperio yanqui. O sea que ya está escogido el candidato. Por eso yo decía, oye como lamenté que se retirará Eduardo Fernández, van a decir que es mi candidato, pero un político de larga trayectoria, un verdadero político. De estos, ¿cuántos son?, seis ¿seis precandidatos?, yo creo que ninguno calza los más mínimos requisitos para ser un candidato a la Presidencia de la República de la Venezuela de hoy, creo que ninguno, así que ya lo escogieron.
Ahora creo que todos representan... Como decía Nietzsche, otra vez Nietzsche: “Un fantasma recorre Europa —por allá cerca de 1900 ya—: el nihilismo...”. Ellos son la nada, el nihilismo. Nosotros somos, bueno, la Patria, el contraste. Cualquiera de ellos nos va a permitir acentuar el contraste entre la anti Patria y la Patria, entre la nada y el futuro de la Patria, el futuro de Venezuela, el desarrollo del país.
José Vicente Rangel: Una vez que ellos seleccionen el candidato, prácticamente de hecho comienza el proceso electoral, eso es evidente. Ahora, una campaña electoral debe conjugar proyectos de país, programas, voluntad de trabajo y también política de alianza. Me interesa preguntarte sobre la política de alianza, ¿cómo la concibes tú para estas elecciones?
Presidente Chávez: Démonos cuenta que hoy la política de alianzas nuestras es muy distinta a la de 1998, tú recuerdas aquel llamado Polo Patriótico, hoy la Revolución ha venido decantando los grupos, las corrientes, los partidos que verdaderamente apoyan el cambio revolucionario, entonces para nosotros hoy no es nada complicado el tema de las alianzas; ahí está el llamado que se me ocurrió hacer al Gran Polo Patriótico, más de 30 mil organizaciones, desde las minúsculas hasta corrientes mucho más grandes de corte nacional se registraron y eso es un movimiento que está ahí, está en marcha, y por otra parte los partidos políticos.
Sí creo, en este momento te lo voy a decir, y es primera vez que lo voy a decir, he estado pensándolo en estos días, yo creo que las organizaciones sociales del Gran Polo Patriótico tienen una naturaleza muy diferente a la de los partidos políticos, es decir: el PSUV, el Partido Comunista, el Movimiento Electoral del Pueblo, el partido que creó la camarada Lina Ron, UPV; entonces yo ahora quiero proponer que haya como dos mecanismos de alianza, uno: la alianza vamos a llamarla partidista, porque ahí hay otra naturaleza, tú sabes, tú lo sabes, tú militaste no sé en cuántos partidos...
José Vicente Rangel: En varios, sí.
Presidente Chávez: En varios partidos políticos. Y los movimientos sociales que cabalgan sobre una gran diversidad y que van desde algunos moderados hasta radicales, revolucionarios, movimientos que a veces niegan incluso al Estado, y hay que discutir con ellos la necesidad del Estado social, del Estado revolucionario.
José Vicente Rangel: Y niegan la política también.
Presidente Chávez: Incluso algunos niegan la política. Pero, bueno, son expresiones de la sociedad que hay que respetar y hay que llamarlos y hay que incorporarlos a los grandes debates, son como dos espacios.
José Vicente Rangel: ¿Y las capas medias de la población, o la clase media?
Presidente Chávez: La clase media...
José Vicente Rangel: Siempre es un tema, una constante.
Presidente Chávez: Sí, la clase media, la clase media. Yo creo... de eso hacemos...
José Vicente Rangel: Que a eso que se llama clase media tú le has hecho una serie de señales que se han concretado también en conquistas para ellos.
Presidente Chávez: Y yo creo que hay que seguir dando señales y lanzar políticas, creo que la Revolución ha sido en eso, con todos los errores cometidos, sin embargo hemos sido persistentes en lanzar no sólo señales sino llamados, programas, demostraciones de lealtad con la clase media, con los sectores medios. Ahora, la clase media venezolana creo que cada día más debe apreciar una realidad, una realidad que abre como dos posibilidades. La clase media en el caso de Venezuela, cuando hace “alianza”, entre comillas digo alianza, o se “une” a la burguesía nacional, y se subordina al imperio, tiende a desaparecer. Ya ocurrió aquí en los años 90, en los años 80 más bien, la clase media venezolana estaba desapareciendo, ahí están todos los indicadores.
Ahora cuando la clase media se une al pueblo, y en este caso a la Revolución, se fortalece. En estos años la clase media venezolana lo que ha hecho es fortalecerse. Así que yo estoy seguro que la clase media, que es una clase que piensa y que tiene generadores de opinión y grupos políticos, grupos sociales, una vez más este año lo va a demostrar, la gran mayoría va a votar por la Revolución, va a seguir apostando por ella misma, va a seguir apostando por la Patria, no por la colonia, porque ahí están las dos posiciones: o Patria o colonia. Y como decimos el grito en la calles, ¿cómo es que dice Andrés Eloy Blanco?: “El grito del guerrillero se lo sabe la sabana..”. Los que quieran Patria vengan conmigo, vengan con nosotros, con la Revolución, es el camino a la Patria, es la construcción de la Patria. La clase media tiene que ser una clase patriótica, no enemiga de la Patria.
José Vicente Rangel: ¿Qué lectura tiene el mensaje tuyo a la Asamblea Nacional? En el sentido de que primero tu rompiste el formato tradicional al darle la palabra a representantes de la oposición. Eso, como lo dije anteriormente, es insólito. Más allá de lo formal, del gesto, ¿qué perseguías tu?, ¿cuál era el trasfondo de eso? ¿Fue una cosa espontánea?
Presidente Chávez: Sí, fue espontánea. Yo no había planificado eso, ni nadie.
José Vicente Rangel: Pero te salió bien.
Presidente Chávez: Yo creo que salió bien. Y para el país creo que es una buena señal, más allá de quién salió, como dicen,  ganancioso, si ellos o nosotros. Porque ellos dicen que se la comieron, yo los leo: “Se la comieron”. Bueno, ¡allá ellos!, ¿no?
José Vicente Rangel: Pero fíjate que después de eso, esta semana que termina se reunió el vicepresidente Elías Jaua, en mesas de trabajo, con la gente del sector agrícola de la oposición y del Gobierno también, el ministro Loyo, y también con el tema de la inseguridad, que fueron dos planteamientos que se hicieron allí a través de voceros de la oposición, y tú lo recogiste. ¿No? Es decir, que sí se tradujo en algo concreto.
Presidente Chávez: Claro, pero como estoy dispuesto a recoger, José Vicente, cualquier crítica, cualquier aporte, cualquier idea, bueno que uno vea, que uno sienta y que uno perciba que es seria, que tiene argumentos, que está sustentada en argumentos, es decir que sea racional. Cuando Hiram Gaviria, el diputado Gaviria, bueno, toma la palabra, yo le doy la palabra...
José Vicente Rangel: Que fue tu embajador en Francia ¿no?, por cierto.
Presidente Chávez: Fue mi embajador en Francia y fuimos buenos amigos. Incluso me saluda ahí y me dijo: “Hugo...”.
—Hiram, ¿cómo estás?, ¿y la familia?
Bueno, y ¿no somos venezolanos?. A mí me encantó eso, ¿sabes?, que Hiram me dijera: “Hugo...”. Ahora lo van a crucificar porque yo estoy diciendo esto, ojalá que no, pero bueno ojalá se imponga la razón. Tú no ves que yo incluso vi a Velásquez que estaba por allá, Andrés Velásquez, y le digo: “Andrés, no te molestes conmigo. Tú te acuerdas cuando tal y tal...”.
Y Pablo, Pablo Medina, que anda diciendo que Chávez hay que tumbarlo, hay que sacarlo por las buenas o por las malas. Bueno está bien, Pero Pablo fue un gran amigo. Y cuando yo digo eso es que estoy abriendo el corazón, José Vicente, estoy hablando desde el corazón, ni siquiera desde la razón, desde el corazón, a quienes fueron viejos compañeros y que yo considero que deberían estar aquí, no se les dio ninguna razón para terminar dando lástima, como algunos dan al lado de los adecos, de los copeyanos, de quienes asesinaron en algunos casos a viejos camaradas y viejos compañeros. Es decir, yo les tiendo como el camino.
Permíteme, esto va a sonar un poco... quizá no va a sonar muy bien, pero yo desde mi corazón quizá les tiendo el camino de la salvación, porque debe ser muy triste, después de haber recorrido un camino revolucionario —dígame Pablo— cuántas peripecias vivimos juntos. Ahora ver a Pablo ahí a mí no deja de darme hasta tristeza, conociendo la trayectoria. Mira, la primera vez que yo me reuní con Alfredo Maneiro estaba ahí Pablo Medina, Pablo era como un ayudante de Maneiro, andaba con él, bueno cargaba una pistolita cuidando al hombre, todavía andaba clandestino Alfredo, estaban fundando la Causa R. No, ya no andaban clandestinos; no, ya existía la Causa R, pero andábamos... Bueno, yo sí andaba clandestino, yo era el clandestino, no era él, yo era teniente. Rosa Virginia, que acaba de venir por ahí con el “Gallito”, que tiene ya más de 30 años, no caminaba todavía, la cargó Maneiro y la cargó Pablo, comimos. Nancy, mi esposa entonces, la madre de mis hijos mayores, nos preparó un espagueti, comimos ahí en un apartamentito escondidos.  Entonces ver a Pablo ahí dando lástima, entonces yo quizá desde el corazón tiendo la mano.
José Vicente Rangel: Ese mensaje tuyo, eso que estas repitiendo, ¿contrasta con la acusación o el señalamiento que te hacen, que tú adelantas una política de odio?
Presidente Chávez: ¿¡Cuál odio!?
José Vicente Rangel: Bueno, por eso te digo.
Presidente Chávez: Claro, el odio lo tienen otros. Pero claro es una vieja estrategia o estratagema de algunos sectores, de acusarnos a nosotros... Bueno, desde el imperio, tú no ves que a nosotros nos acusan de ser los agresores, cuando somos los agredidos; nos acusan de la dictadura, cuando somos más bien enemigos de la dictadura; y hemos evitado aquí la dictadura, hemos barrido aquí una dictadura, la de Carmona. Entonces yo soy el dictador, yo soy el enemigo de la democracia; y el primer Presidente, como tú sabes, que convocó a un referendo nacional aquí, el hijo de Sabaneta, el Arañero de Sabaneta, y a otro referendo. ¿Cómo fue que dijo Lula un día? le preguntaron: “¿Cómo usted es amigo de ese tirano, Chávez?”. Y dijo Lula, ese gran compañero, por allá en Europa, ante muchos intelectuales: “¡Qué dictadura de Chávez! Sí más bien en Venezuela hay exceso de democracia, todos los años hay elecciones, y cuando no hay Chávez las inventa...”. Entonces esa es la realidad, no hay ningún odio, yo hablo con el corazón y si me lo permites con el amor, como dijo el Che: “El revolucionario está inspirado siempre por un acto de amor...”. ¡El verdadero revolucionario! ¡Cristo! Uno por amor es capaz de morir, por amor, por amor uno está aquí, por amor a la vida, por amor... Ahora que yo he vuelto a las calles, ahora que he vuelto a los campos, ando más lleno de amor, José Vicente; y ahora amo más a la vida y amo más a este pueblo y amo más el compromiso que he asumido con este colectivo.
José Vicente Rangel: Vamos hacer una pausa y al regresar, ya al final del programa, vamos hablar sobre lo nuevo que tú le ofreces al país.
Presidente Chávez: ¡Lo nuevo!.
José Vicente Rangel: ¿Hay algo nuevo?
Presidente Chávez: Yo mismo.
José Vicente Rangel: Qué le ofreces de nuevo al país ¿consolidar los logros o profundizar la política de cambio?
Presidente Chávez: Fíjate, yo tengo muy claro, José Vicente, lo que le ofrezco al país, pues. Claro la campaña no ha comenzado, pero bueno esto es como un adelanto ¿no?
José Vicente Rangel: Claro.
Presidente Chávez: En primer lugar en estos años hemos venido logrando un conjunto de elementos, tú decías consolidando, venimos consolidando, eso es un proceso que viene de menos a más. Por ejemplo, en lo económico, sólo una cifra: el crecimiento del Producto Interno Bruto, es decir, la economía real pues, en 333%, de 90 mil millones de dólares cuando llegamos a 300 mil millones de dólares el Producto Interno Bruto. En lo social, la disminución de la pobreza, la pobreza extrema en 70%, la pobreza general en más del 50%, estos son casi 10 millones de personas que, o salieron de la pobreza extrema y pobreza general, o no cayeron, porque hubieran caído en la pobreza si el ritmo del país hubiera seguido siendo el mismo. Lo social, lo económico, la estabilidad política.  Alguien me decía hace poco o escribió, creo que tú me comentaste: “Oye, cómo es que tú vas a cambiar al mismo tiempo al ministro de la Defensa, al ministro de Interior y Justicia, al Vicepresidente —¿y me faltó quién?— y el Canciller...”. ¿Qué Gobierno hace eso? A menos que esté en una crisis. Y aquí no, aquí hay estabilidad. Aquí al Presidente le da cáncer y está fuera del país y dura por allá no sé cuánto tiempo, y vuelve y se vuelve a ir y el país sigue su ritmo, sigue su marcha.
¿Qué ofrezco yo? Continuar la estabilidad, fortalecer la estabilidad del país para continuar el proceso del desarrollo económico, del desarrollo social de Venezuela, a través de la Revolución democrática. ¿Qué ofrezco yo? Más revolución, más democracia, más socialismo, afincarnos por el rumbo que llevamos.
¿Qué ofrece la oposición? La nada, la destrucción de lo que hemos logrado y el caos. Eso tiene que entenderlo el país, hasta los más furibundos antichavistas deberían entenderlo. Les interesa que yo siga aquí hasta a la derecha venezolana, les interesa; a Televen, por ejemplo,  le interesa que yo siga aquí; a los productores nacionales, los empresarios grandes, medianos del sector privado les interesa que Chávez siga aquí. Algunos no se quieren dar cuenta, pero es así, es la realidad. Tú ves los candidatos, tú ves, ¿qué ofrecen? Eso: la desestabilización del país. Cualquiera de ellos que llegara aquí en menos de lo que canta un gallo el país temblaría. Por eso no van a llegar, Venezuela va a seguir por el mismo rumbo, estabilidad...
Primero, fíjate, ecuación —termino—, independencia; de la independencia la estabilidad, sobre la estabilidad el desarrollo y más allá la grandeza del país, los grandes objetivos del proyecto nacional: en los social, en lo económico, en lo político. Yo tengo muy claro cuál es el rumbo que vamos a continuar, que vamos a seguir.
José Vicente Rangel: Pero algunos dicen que tú estás robando al país.
Presidente Chávez: ¿Quién dice?
José Vicente Rangel: Lo dijeron
Presidente Chávez: ¡Ah! Bueno, está bien, un poco como dicen: “¡Allá va el ladrón! ¡Agárrenlo”. Pero es el ladrón el que está gritando. ¿Quién robó al país de verdad!? Yo lo que pasa es que no quise responder como desde dentro me mandaba el galopar de Maisanta.
José Vicente Rangel: No personalicemos.
Presidente Chávez: No, porque estábamos en la Asamblea allá, etc. No, no, no. Pero realmente ¿quién robó a quién? Yo pertenezco al club de los saqueados, millones y millones durante siglos; esa historia es vieja desde Bolívar, la burguesía venezolana saqueó al pueblo venezolano, lo robó, robó la Patria. Y lo que quedó lo entregó al imperio, al imperialismo.
Nosotros hemos llegado aquí a restituir en el marco, yo creo que la burguesía venezolana debería agradecerlo, pero ellos no agradecen nada, que hemos llegado a reordenar el país, a reordenar la propiedad de las cosas, a democratizar la propiedad, en paz, respetando sus derechos, respetando incuso las riquezas que acumularon como producto del gran saqueo histórico, ¿ves? Deberían agradecerlo. Pero en verdad el pueblo fue el saqueado, la burguesía es la que robó, y robó y robó a este pueblo, y lo saqueó y le quitó casi todo.
José Vicente Rangel: ¿Cuál es el riesgo de apostar el destino de una Revolución en una elección?
Presidente Chávez: Ese riesgo creo que no existe; me han preguntado eso varias veces. Te refieres al 7 de octubre.
José Vicente Rangel: Claro.
Presidente Chávez: Claro, pero fíjate...
José Vicente Rangel: Y te lo pregunto porque mucha gente se lo pregunta.
Presidente Chávez: Sí, pero cómo te lo digo yo, las elecciones son algo inevitable.
José Vicente Rangel: Es inherente al proceso.
Presidente Chávez: Inherente al carácter democrático, participativo, de este proceso revolucionario. Nosotros siempre nos hemos negado, qué sé yo, a tomar otra vía pues, que elimine los procesos electorales, más bien los hemos propiciado, y ahí está la Constitución, el referendo, las elecciones locales, regionales, asambleas de vecinos, asambleas comunales, hasta la elección del Presidente.
Ahora, en el caso nuestro, José Vicente, cómo lo veo yo, no es que la Revolución Bolivariana se esté jugando su destino en un día, no, el día de las elecciones. No, no. Yo soy de los que cree que el destino de la Revolución Bolivariana se juega todos los días, desde que me levanto, ahora tengo la costumbre de levantarme temprano, acostarme más temprano, un poco cambiando de hábitos de vida, después de lo que he pasado. Bueno, para cuidarme más. Ayer hablé con Cristina: “¿Te estás cuidando? ¿Te estás cuidando?”. Todo el mundo: ¡Cuídate!
Entonces todos los días de este mundo se está jugando el destino de la Revolución Bolivariana. No es el día de las elecciones. Claro, ese es un día muy importante, nosotros estamos obligados a la victoria, y además a una gran victoria, por eso yo voy a buscar ganar por lo menos... Si las elecciones pasadas ganamos con 63%, mira que yo voy a luchar duro para buscar el 70% , y esos 10 millones de votos, ese va a ser el techo, la gran meta, para que no quede ninguna duda.
José Vicente Rangel: Pero aquí volvemos entonces a lo que se plantea con motivo del silencio que guarda la oposición cuando tú la emplazas a que diga que respetará el resultado. Porque se abre paso en este momento, no solamente con respecto a Venezuela, también en toda la región y en el mundo incluso, se abre paso una peligrosa doctrina, vamos a llamarla así, doctrina que es denunciar fraude cuando los factores de poder pierden una elección, y ganan las fuerzas democráticas y populares, eso tiene el aval de los Estados Unidos. Incluso el gobierno norteamericano tuvo la avilantez de decir que hubo fraude en las elecciones en Rusia; calificaron de fraudulentas las elecciones en Nicaragua, cuando ganó Ortega con el 62%; cuestionaron la elecciones de Cristina Kirchner; estuvieron a punto de cuestionar la elección de Humala en el Perú, también, salvo el apoyo a última hora de Vargas Llosa, etc., que impidió que los que estaban en contra de Humala profundizaran su campaña, pero el diario El Comercio de Lima fue brutal en el ataque a Humala. Y aquí pues hay ese silencio. Que consiste realmente en disfrazar la derrota con la acusación de fraude; eso está planteado aquí, hay señales evidentes, hay sectores que lo plantean, sectores que cuestionan al árbitro, al Consejo Nacional Electoral. Sectores que dicen...
Presidente Chávez: A la Fuerza Armada.
José Vicente Rangel: A la Fuerza Armada. Y de eso vamos a hablar en seguida. ¿Qué piensas tú de eso? Cuál sería la respuesta tuya si aquí la reacción a una victoria tuya, y allí nada significa el volumen, desde luego que si es muy importante les cuesta más, pero si la diferencia es más o menos pequeña, eso abonaría el terreno para lanzar la aventura pues.
Presidente Chávez: No tengo duda de que tu razonamiento tiene un gran fundamento, yo mismo lo he dicho, aquí hay sectores jugando a la doctrina Obama, pues, porque Obama lo dijo, después del caso Libia, él dijo que ese es un método que sería aplicable en el futuro para el cambio de régimen en aquellos estados fallidos o qué sé yo, terroristas...
José Vicente Rangel: Forajidos.
Presidente Chávez: O forajidos, etc. Así que la amenaza está lanzada al mundo entero.
Ahora, cómo estará el imperio yanqui de enloquecido que se atrevieron incluso a calificar de fraude las elecciones legislativas en Rusia, y ahora hay elecciones para Presidente en Rusia también, y en China también pronto, cada quien con sus métodos pues, con su soberanía.
Aquí hay sectores jugando a la doctrina Obama. Yo responsablemente ante el país, bueno, los iré señalando y además si tuviéramos pruebas en su momento los denunciaríamos pues. Porque el país serio, y ahí tengo que hacer un llamado incluso a sectores de la oposición que pudieran no comulgar con esta doctrina, a que lo piensen bien, y a que entre todos neutralicemos; a los medios de comunicación serios, sean de la oposición o no, etc., porque a nadie... ¿A quién le va a convenir que vengan a bombardear a Caracas, por ejemplo? Oye, Dios nos libre compadre, Dios nos libre. A bombardear Caracas, a bombardear Valencia, Maracaibo, a bombardear los campos petroleros, acabar con el país. Algunos sectores de oposición, repito, están jugando a eso, pero nosotros vamos a neutralizarlos, estoy seguro.
Si se les ocurriera desconocer nuestro triunfo... Mira, yo estaba recordando en la Asamblea y quiero recordarlo de nuevo, el papel que jugó alguien que fue muy amigo tuyo y mío también, menos mío que tuyo: Teodoro. Tú recuerdas la noche que le ganamos a Rosales, había tensión, había gente diciendo: “No, que no reconozcan el triunfo...”. Y salió Teodoro Petkoff y dijo ante el país, como jefe de campaña —creo que era— dijo: “Reconocemos la victoria del gobierno del Presidente Chávez...” Y eso bajó la tensión.
José Vicente Rangel: Claro.
Presidente Chávez: Bueno, yo estoy seguro que no faltará en la oposición gente que como Teodoro piense racionalmente, políticamente, el día 7 de octubre, cuando... Y esto es lo más probable, y la más grandes de las probabilidades, bueno, nosotros terminamos el año con más de 60% de aprobación, y eso lo dicen encuestas incluso que no son gobierneras, algunas mediciones internacionales, y la oposición muy por allá, muy por debajo, y toda dividida, nosotros bien unidos, y nosotros con un proyecto, con un liderazgo. Y esa brecha, que terminó siendo el 2011 como cerca de 20 puntos, yo estoy seguro que se va a ampliar, y nosotros vamos a ganar esas elecciones. Y a la oposición no le queda otro recurso que reconocer el triunfo de la Revolución.
Ahora, aquellos que no lo hicieran, si se fueran por el camino de la conspiración, del desconocimiento al triunfo o al mandato popular, la búsqueda de corrientes golpistas y fascistas, yo creo que terminarían de suicidarse. La oposición política venezolana terminaría de suicidarse y prácticamente de desaparecer, y por otra parte ya yo no soy el Chávez del 2011, no, ya yo no soy el Chávez aquel del 13 de abril, 14 de abril, en La Casona recibí a casi todos los que me mandaron a matar, y luego, bueno, tú dirigiste una mesa de diálogo durante meses. No, no, nosotros actuaríamos en consecuencia, y bueno, a tono con lo que pretendan hacer los enemigos de la Patria, los enemigos de la paz, no les permitiríamos desestabilizar a Venezuela, y además Venezuela hoy forma parte de un conglomerado de países: la Unasur, la Celac, Venezuela hoy es reconocida por grandes potencias del mundo como China, como Rusia, países europeos, países africanos, países árabes. La Venezuela de hoy no es la Venezuela del siglo pasado, aislada, solitaria, debilitada. No. Ni el pueblo de hoy es el pueblo dormido, dividido de hace 20, 30 años atrás, ni la Fuerza Armada Venezolana es la Fuerza Armada de hace 10 años atrás. Ha cambiado mucho el país, no van a poder desestabilizarnos.
José Vicente Rangel: Pero lo intentan. Lo intentan. Y fíjate, yo quiero traer aquí un argumento que creo que es importante ¿no? Están asumiendo el tema militar, y yo creo que una oposición tiene derecho a manejar el tema militar en un Estado democrático, pero cuando el tema militar se asume a manera de intriga, sediciosamente, para sondear en el seno de la institución tendencias que puedan desestabilizar un país, y a un Estado de derecho como es el venezolano, entonces se prenden las alarmas indudablemente.
Con motivo de la designación del nuevo ministro de la Defensa, general Rangel Silva, se ha desatado una campaña feroz, personalizada en él.  Un oficial que a mí me merece todo respeto, considero que es un hombre probo, honesto, un profesional eficiente y capaz y un hombre leal, leal al Presidente de la República que es el comandante en jefe, leal al Estado y a la Nación y al pueblo venezolano. Un diario que es vocero de la oposición tituló recientemente con lo siguiente: “Chávez quiere aparentar que la FAN le es leal como Rangel Silva...”. ¿Qué piensas tú de eso?
Presidente Chávez: Bueno, ese diario creo que es el mismo que llamó a la batalla final en Miraflores, y es parte y es vocero de la oligarquía que se equivocó pero de cabo a rabo el 11 de abril; el 11 de abril pues,  ellos pensaron que tenían el mandado hecho porque lograron reunir más de 100 generales y almirantes, es decir, un batallón de generales y almirantes, un batallón. Pero ese batallón de generales y almirantes no logró alzar ni un pelotón de soldados, entonces sigue equivocándose la burguesía venezolana si cree -y hoy se equivoca más que ayer-  que va a conseguir en la Fuerza Armada Venezolana una corriente que lo apoye. Hoy más que nunca la Fuerza Armada está unida, el general en jefe Rangel es un hombre digno, como tú lo has dicho, un excelente comandante de tropa de toda su vida, y hay una Fuerza Armada hoy, desde los altos mandos hasta esos cadetes nuevos, estos soldados, los reclutas, los que entraron, que son los hijos del pueblo, muy claros acerca de cuál es su rol, cuál es su papel en esta historia pues.
Pero bueno, la oligarquía tendrá... Ojalá que no se equivoquen, porque les va a pasar, si se equivocan, otra vez la aplanadora de la historia por encima. Sería un suicidio en verdad si ellos se lanzan por el camino de buscar un golpe de Estado, desestabilizar al país, que si las guarimbas, que si los paramilitares, que si el llamado a una invasión. Nada de eso va a ocurrir en Venezuela, nosotros vamos a ganar las elecciones, estoy seguro, por amplio margen, y cualquier intento de desestabilizarnos va a fracasar.
José Vicente Rangel: Tú estás consciente de que hay una vinculación entre esa actitud que se está adelantando respecto a la Fuerza Armada, y que se centra en este momento en la designación del nuevo Ministro de la Defensa, y la política norteamericana. Fíjate que un vocero del Departamento de Estado declaró el jueves de esta semana que termina, declaró que había mucha preocupación en los Estados Unidos, en el gobierno americano por la designación de Rangel Silva como ministro de la Defensa.
Presidente Chávez: Claro, es que la burguesía aquí... Eso es una demostración más de que la burguesía criolla, la venezolana, no es sino vocera de la política, de la estrategia, de los intereses del imperialismo norteamericano, eso queda una vez más demostrado pues, sin duda alguna. Bueno, al general Rangel así como a mí… pero es que en Estados Unidos, tú recuerdas, a mí no me daban la visa, me tenían excluido. ¿Por qué? Por terrorista, por golpista y no sé cuántas cosas más; lo mismo Evo Morales, a Correa lo señalan también, y ahora que vino Ahmadineyad nos amenazan a los países que recibimos al Presidente de Irán, y la burguesía criolla lo que hace es aplaudir.
Bueno, no aplauden también la expulsión, bueno un atropello al derecho internacional, un atropello a la ética, de nuestra excónsul en Miami. Ahora como nosotros cerramos administrativamente el consulado por amenazas contra el personal, ahora me acusan a mí de que es un plan para sabotear las elecciones primarias, que es un atropello contra los venezolanos que viven en Miami. ¿Tú te das cuenta? Ahora resulta que somos nosotros los atropelladores, cuando somos los atropellados, pues, por el imperio.
Por eso es que esta burguesía, cada día, José Vicente, tiene menos argumentos, no tiene liderazgo, y más nunca va a poder llegar a gobernar este país, a este caserón,  a este viejo caserón más nunca volverán, porque esas son demostraciones de que ellos significarían la perdición de todo lo que huela a Patria, a honestidad, a progreso, a futuro.
José Vicente Rangel: Mira, yo te iba a preguntar por tu salud, pero ya veo que no necesito hacer esa pregunta. Te veo tan vital, con un trabajo quizá excesivo, verdaderamente repotenciado...
Presidente Chávez: ¿Tú crees que excesivo?
José Vicente Rangel: Yo creo que sí, yo no soy médico, pero...
Presidente Chávez: Me han dicho eso, tengo que estar revisando siempre los horarios, los ritmos, los ritmos.
José Vicente Rangel: Pero en todo caso hay sectores que apuestan a que tú no puedas emplearte a fondo en una campaña tan exigente como la que viene.
Presidente Chávez: Bueno, están apostando en falso, están apostando en falso. Si más bien estamos comenzando el año, y tú mismo lo has dicho, y yo creo que sí, en algunos casos arranqué muy rápido ¿no? El año arrancó como muy rápido, y entonces tengo que estar como halando las riendas, frenando un poco, porque tengo mucha vitalidad en verdad, y tengo muchas ganas, y a veces incluso se me olvida por lo que pasé, como que nunca hubiera ocurrido lo que ocurrió o los seis meses que pasé,  las dos operaciones y todo aquello terrible, se me olvida muchas veces, tengo que recordarlo, o me lo tienen que estar recordando. Pero yo me siento bien, gracias a Dios, y cada día me siento mejor, gracias a Dios, gracias a la Virgen, a los santos, a los espíritus de la sabana, y espero que siga siendo así.
José Vicente Rangel: Tú estuviste el 2 de enero, estuviste en Sabaneta, visitando a tu pueblo, tus amigos, recorriendo las calles, yo no sé, yo tuve la impresión de algo mágico allí ¿no? Algo macondiano ¿Qué sentiste tú en ese contacto de nuevo con tu gente, las vivencias de tu infancia? ¿Qué sintió Hugo Chávez, hoy Presidente de la República, líder nacional, internacional? Bueno, rememorando ese pasado el arañero, el monaguillo.
Presidente Chávez: Tú sabes que yo en verdad-verdaíta, y esto me ocurre casi que a diario, yo no me siento ese Presidente investido de no sé qué cosa o... No, no. Como dijo Fidel un día: Somos tipos que andamos por ahí... Soy un tipo que anda por ahí, pues. Un subversivo en Miraflores, dijiste tú una vez ¿no? Un luchador, etc.
Ahora, cuando llego a Sabaneta, desde la curva de Santa Rita, hay una curva ahí donde pasa el Caño Flor Amarillo, donde yo iba en bicicleta a buscar yuca y topocho cundo era niño. Ese pueblo de Santa Rita de Barinas, casi todos ahí son Chávez, ahí el caudillo era José Antonio Chávez, mi abuelo Andrés Chávez murió de 114 años, ¡114 años murió! Y tenía su conuco y su mujer, Andrés Chávez...
José Vicente Rangel: Lo que le espera a los antichavistas.
Presidente Chávez:  Hermano de Rosa Inés Chávez, hija de la negra Inés, que dicen que era hija de un africano, “el africano de Sabaneta”. Fíjate, y luego la curva de Santa Rita, curva cerrada, y luego la recta que va directo a la entrada allá, muy cerca del Caño de Raya por este lado, más allá el Río Masparro, y de este lado la Madre Vieja del Boconó, y ahí están enclavadas mi amada Sabaneta, el Camoruco, la Calle Real, la Calle Bayón, y el torbellino, y vi por allá una vieja novia, y por allá los más viejos amigos que yo pueda recordar. ¡Laurencio Pérez! que tiene 70 años, tiene 24 hijos.
José Vicente Rangel: Puro realismo mágico.
Presidente Chávez: No, sí, sí, un torbellino que me absorbe. Y qué Presidente voy a ser yo ahí, ahí soy Huguito, y llegar al sitio donde nacimos, y donde vamos a construir, estamos construyendo un preescolar muy pedido, cada vez que yo voy: ¡Un preescolar, un preescolar! Y luego la Iglesia, la Plaza Bolívar, la policía donde estuve preso una noche de niño por violar el toque de queda, no sé qué era, el toque de queda, prohibían a los niños salir, y yo salí una noche a vender arañas y cosas, y ¡pum! me llevan detenido pues. Otra vez me llevan detenido porque andaba en bicicleta en la plaza, era prohibido andar en bicicleta en la plaza, y ¡pum! me llevan preso. Mi papá me tenia que ir a buscar. Yo era buena conducta, no creas que yo era un niño mala conducta, sólo que, bueno, vendía arañas de noche pues, a las ocho de la noche, o en bicicleta y me subía a la plaza Bolívar.
 Llegar a la Iglesia donde fui monaguillo hace 50 años, y mirar la esquina donde yo sé que vivía la negra Inés, la hija del africano, donde nació mi padre, ahí había un semeruco, y ver a Pancho Bastidas, y ver al compadre Aldana y a mi tía Edilia, a mi tío Marcos Chávez, viejo romulero ahora chavista, por supuesto; y mi padre, mi madre, y mis tías, y no sé cuántos primos y parientes ¿ves? Puro realismo mágico. Cincuenta años, decía ¡Díos mío! hace 50 años aquí yo era el monaguillo, tocaba las campanas, la misma campana que está ahí, aunque la iglesia ya es moderna, no es aquella vieja iglesia de techo de palma, y paredes de tablas, era como de tabla, y piso de tierra ¿no? El monaguillo de hace 50 años; el Arañero, el que vendría arañas, el que tiraba cohetes ahí; y luego el cadete nuevo. Yo nunca dejé de ir a Sabaneta en vacaciones, José Vicente, y recuerdo cuando llegué de recluta hace 40 años a Sabaneta, en diciembre de 1971, y luego hace 30 años la marcha de la vieja, de la mama vieja, y luego hace 20 años...  Yo fui a Sabaneta el 2 de enero de 1992, fuimos a un funeral de la abuela que cumplía 10 años de haberse marchado.
José Vicente Rangel: Ahora volviste el 2 de enero también.
Presidente Chávez: Pero al mismo, el mismo 2 de enero, el día que ella murió, pero al mismo tiempo ese 2 de enero de hace 20 años, yo sabía, ya venía la rebelión, estábamos en los últimos días pues, yo fui al camoruco, fue la oración del camoruco con mi entonces esposa y mis tres niños, y caminé con mi padre; y estuve a punto de decirle a papá: Papá va a pasar algo... Pero la disciplina revolucionaria me dijo: no, no le digas a tu padre. Pero le miré los ojos, el negro Hugo Chávez y mi madre, y caminé y jugué chapitas con Chicho Romero; era como una despedida y salí por la tarde por el camoruco.
Bueno, todas esas imágenes  llegaron como una magia, 50 años pudiéramos decir, cuando tú hablas del realismo mágico ¿no?, a uno le llega siempre  es García Márquez, el campeón del realismo mágico, bueno en vez de cien años de soledad, uno pudiera decir cincuenta años —en mi caso— de magiedad, permíteme esa palabra, es una magia.
José Vicente Rangel: Por último, una primicia.
Presidente Chávez: ¿Qué primicia me vas tú a pedir? No tengo primicia ahorita. Teresita ayúdame, ¿qué primicia hay por ahí?
José Vicente Rangel: Tú has colocado en el tapete...
Presidente Chávez: Héctor Navarro, ayer que dije que es el Ministro de Energía Eléctrica.
José Vicente Rangel: No ya, ya eso es hecho cumplido ¿no?
Presidente Chávez: Casi primicia pues.
José Vicente Rangel: Y el general Rangel Silva es hecho cumplido también. Pero tú has puesto a pensar a la gente, a conjeturar, a hacer miles de especulaciones porque Maduro va como candidato a gobernador de Carabobo, Tareck va como candidato a gobernador del Táchira y Elías va como candidato a gobernador de Miranda. Es decir, los tres cargos más importantes después de la Presidencia de la República: Canciller, Ministro del Interior y Vicepresidente de la República. Entonces empiezan a barajarse nombres.
Presidente Chávez: Hasta tú has salido por ahí, yo te vi.
José Vicente Rangel: No, no me metas en ese...
Presidente Chávez: Hasta tú estás en la lista. Yo leí por ahí, que José Vicente está sonando...
José Vicente Rangel: Pero esa es guerra sucia.
Presidente Chávez:  ¿Guerra sucia?
José Vicente Rangel: Dime algo pues.
Presidente Chávez: Lo que te puedo decir, es que no te puedo dar nombres porque no tengo ninguna decisión tomada pero...
José Vicente Rangel: Bueno pero dame pistas pues.
Presidente Chávez:  Una pista de baile. Mira, déjame reflexionar sobre ese punto que es muy importante.
José Vicente Rangel: Claro.
Presidente Chávez: Es importante claro, el Ministro de Defensa, el Ministro de Interior, Vicepresidente, Canciller. Ahora claro...
José Vicente Rangel: Nuevo gobierno.
Presidente Chávez: Se cayó el Gobierno, se cayó el Gobierno. Y Chávez candidato a la Presidencia.
Ahora fíjate, estos compañeros son grandes compañeros pues y grandes líderes. Yo estoy seguro que van a ganar en los cuatro estados, en diciembre. Claro, pero faltan once meses todavía, falta bastante tiempo. Yo creo que ellos van a estar en sus cargos hasta mediados de año, es decir faltan unos cinco meses por lo menos, así que yo no me he dado a la tarea...
José Vicente Rangel: Pero tú no das puntada sin dedal, como decían antes  Justamente, ¿por qué con tanta anticipación tú anuncias eso?
Presidente Chávez: ¿Por qué con tanta anticipación? Bueno para que ellos se vayan preparando, para que su nombre vaya calando allá en las regiones. Por ejemplo Tareck El Aissami, Nicolás en Carabobo, ¿no? son estados muy importantes, tú ves, Miranda; es para recuperar esos estados.
José Vicente Rangel: El general Mata en Nueva Esparta.
Presidente Chávez: Mata en Nueva Esparta. Tú ves que son todos los estados, o todos esos estados están en manos de la oposición y tenemos que recuperarlos, Táchira, Carabobo, Miranda, Nueva Esparta, el Zulia; bueno el caso de Francisco Arias Cárdenas ¿no? Es decir, son candidaturas lanzadas...
José Vicente Rangel: Está muy bien en las encuestas.
Presidente Chávez: Sí muy bien. Y tú vas a ver a Nicolás allá en Carabobo, cuando empiece a jugar Nicolás ahí y todo el partido y el Gran Polo Patriótico, y Elías en Miranda; y Mata allá, todos.
Ahora, claro primero tenemos que ganar las elecciones presidenciales. Pero es muy temprano todavía en verdad, déjame tomar un tiempito, un tiempito para pensarlo con calma, son cargos de mucha, de mucha importancia.
Algunos dicen que es que yo me cansé de Nicolás, que lo boté, o que estoy botando a Elías, bueno son las especulaciones, pero cómo hace uno en un país donde hay libertad de especulación, libertad de expresión plena. Pero yo no, calma... ¿cómo es que dijo, quién fue López...?
José Vicente Rangel: Calma y cordura.
Presidente Chávez: Calma y cordura. Calma y cordura, que en su momento anunciaré el nuevo Vicepresidente o Vicepresidenta.
José Vicente Rangel: Pero me das la primicia.
Presidente Chávez: ¿A ti?
José Vicente Rangel: En ese momento.
Presidente Chávez: Bueno, está bien te la daré.
José Vicente Rangel: Muchas gracias.
Presidente Chávez: Bueno, José Vicente muchas gracias.
José Vicente Rangel: Mucha suerte. Larga vida.
Presidente Chávez: Pero tú estás sonando ahí, estás en la lista, guerra sucia.
José Vicente Rangel:  No. Gracias.
Presidente Chávez: Ochenta años y mira cómo está este, ochenta años y parece que tuviera 40.
José Vicente Rangel: Muchas gracias.
Presidente Chávez: ¡Esto sí es televisión!
José Vicente Rangel: Gracias.
Presidente Chávez: Gracias.

Fuente: RNV