sábado, 28 de enero de 2012

El Intelectual Orgánico




A propósito de la muerte prematura y sentida del camarada Carlos Escarrá Malave, llamado el abogado del pueblo y de la Revolución Bolivariana, constituyentista de la actual Constitución de Venezuela; excelente orador de fácil verbo y entendible, y de muchos otros atributos y dones. Fue un hombre humilde, que no hacia gala de sus títulos, sino que más bien su intelectualidad la puso al servicio de los mas humildes.

Un intelectual se define como aquella persona que dedica una parte importante de su actividad vital al estudio y a la reflexión crítica sobre la realidad y la sociedad en general. Generalmente y en la historia el término está dotado socialmente de un valor de prestigio.


Aunque también sabemos sobre el desprecio y la desconfianza hacia el intelectual, que fue una constante del movimiento obrero en general y de sectores marxistas en particular, sobre todo durante el estalinismo, en que el intelectualismo era visto como un desvío, perseguido y reprimido, mediante violentas purgas; oponiéndolo al obrerismo, la valoración de la condición de los que se habían formado en la lucha del movimiento obrero desde el trabajo manual. En esta época era insultado con expresiones como: cabeza de chorlito, tonto útil, pequeño burgués. Todavía actualmente el intelectual es visto con cierta desconfianza y recelo.

Ahora bien, en términos marxistas y según Antonio Gramsci, existen dos tipos de intelectuales, el tradicional, enunciado arriba y el orgánico, el cual definimos a continuación: Es el que proviniendo de una clase superior, puede optar por el compromiso con los más desfavorecidos, trabajando intelectualmente para ellos como intelectual orgánico, lo que incluye su desclasamiento.  

Sin duda alguna, este es el caso de Carlos Escarrá, en términos de ser un intelectual que puso toda su teoría, experiencia y conocimientos al servicio de las comunidades más  humildes, es decir, unía teoría y practica en su diario vivir. Era un hombre que compartía todo su bagaje cultural, filosófico, jurídico y hasta emocional, con los consejos comunales y las comunas. Es lo que llamamos la praxis histórica de un ser humano.
  
Normalmente, el intelectual actúa contrariamente, que proveniente de una clase inferior, pasa a identificarse con los intereses de las clases dominantes. Este no fue el caso del Procurador General de la Republica Bolivariana de Venezuela.

Articulo: José Amesty 
Fuente: Prensa CBCR