A propósito de la muerte prematura y sentida
del camarada Carlos Escarrá Malave, llamado el abogado del pueblo y de la Revolución Bolivariana ,
constituyentista de la actual Constitución de Venezuela; excelente orador de
fácil verbo y entendible, y de muchos otros atributos y dones. Fue un hombre
humilde, que no hacia gala de sus títulos, sino que más bien su intelectualidad
la puso al servicio de los mas humildes.
Un intelectual se define como aquella persona que
dedica una parte importante de su actividad vital al estudio y a la reflexión
crítica sobre la realidad y la sociedad en general. Generalmente y en la
historia el término está dotado socialmente de un valor de prestigio.
Aunque también sabemos sobre el
desprecio y la desconfianza hacia el intelectual, que fue una constante del
movimiento obrero en general y de sectores marxistas en particular, sobre todo
durante el estalinismo, en que el intelectualismo era visto como un desvío,
perseguido y reprimido, mediante violentas purgas; oponiéndolo al obrerismo, la
valoración de la condición de los que se habían formado en la lucha del
movimiento obrero desde el trabajo manual. En esta época era insultado con
expresiones como: cabeza de chorlito, tonto útil, pequeño burgués. Todavía
actualmente el intelectual es visto con cierta desconfianza y recelo.
Ahora bien, en términos marxistas y según
Antonio Gramsci, existen dos tipos de intelectuales, el tradicional, enunciado
arriba y el orgánico, el cual definimos a continuación: Es el que proviniendo
de una clase superior, puede optar por el compromiso con los más
desfavorecidos, trabajando intelectualmente para ellos como intelectual
orgánico, lo que incluye su desclasamiento.
Sin duda alguna, este es el caso
de Carlos Escarrá, en términos de ser un intelectual que puso toda su teoría,
experiencia y conocimientos al servicio de las comunidades más humildes, es decir, unía teoría y practica en
su diario vivir. Era un hombre que compartía todo su bagaje cultural,
filosófico, jurídico y hasta emocional, con los consejos comunales y las
comunas. Es lo que llamamos la praxis histórica de un ser humano.
Normalmente, el intelectual actúa
contrariamente, que proveniente de una clase inferior, pasa a identificarse con
los intereses de las clases dominantes. Este no fue el caso del Procurador
General de la Republica Bolivariana
de Venezuela.
Fuente: Prensa CBCR