Un verdadero líder debe estar dispuesto a servir al pueblo,
independientemente de la posición que ocupe. Cuando les pedimos a los
ciudadanos que nos honren con su voto, es porque tenemos el ímpetu de utilizar
el espacio de poder que nos otorguen, para construir, para dirigir procesos que
–en nuestro caso– den frutos de felicidad colectiva, de bienestar y de
justicia. Para crear lo bueno y noble. Para hacer Patria soberana. Si no
ganamos ese ámbito específico de poder, siempre habrá una multiplicidad de escenarios
para el servicio al colectivo desde la vocación del liderazgo.
También la coherencia debe ser una condición fundamental
para todo el que aspire a ser un líder. Reflexionar antes de tomar decisiones,
de anunciarlas y de ejecutarlas, porque la coherencia es el indicador de cuán
profundas y verdaderas son nuestras convicciones y principios.
Venezuela tiene una Constitución que es producto del primer
viraje hacia un Estado centrado en el bienestar social, en la soberanía y en la
justicia. Esa misma Carta Magna nos dio la herramienta de elegir una Asamblea
Constituyente cuando se considerase necesario, para emprender nuevos cambios
fundamentales. Esa Asamblea Nacional Constituyente es la máxima instancia
política, y como tal debe ser reconocida.
Hay tareas perentorias, como la superación del modelo
monoexportador petrolero, para construir una economía diversificada, que
proporcione la prosperidad y la independencia que merece el país: la guerra
económica se vence con productividad, disciplina, trabajo y unidad.
En este contexto de principios y circunstancias, reafirmamos
nuestro compromiso con el Zulia: en esta geografía prodigiosa de estuario,
montañas y llanuras, quedé prendido hace más de treinta y seis años, como
habitante de la Cuenca del Lago. La labor reciente de casi un lustro, con sus
aciertos y errores, debe profundizarse y continuarse, con el apoyo del
presidente Nicolás Maduro, para que dé los frutos que merece esta gente noble
del occidente, donde nació el nombre de Venezuela.
Articulo: Francisco Arias Cardenas
Fuente: El Universal
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