miércoles, 24 de julio de 2013

Bolívar a 230 años de su natalicio vive y se reivindica en la Revolución Bolivariana


Con la llegada de la Revolución Bolivariana en Venezuela aprendimos a ver a Simón Bolívar no como un pensamiento muerto, no como decía Alí Primera para prender velas e inciensos y mirras los 17 de diciembre o los 24 de julio; sino como un motivador e inspirador de cambios profundos, afirmó el historiador Alexander Torres.

Citando al poeta Andrés Eloy Blanco, hablar de Simón Bolívar en la actualidad es hablar de ese Bolívar Oceánico; no por su extensión sino por su profundidad y es que a 230 años de la celebración de su natalicio, Latinoamérica y el mundo se llenan de regocijo y se engrandece sobre sus pensamientos que están vigentes y más vivos que nunca.

Para el historiador Alexander Torres a 230 años del nacimiento de Simón Bolívar la vigencia de su pensamiento está intacta. “La vigencia de Bolívar cada día es más indiscutible sobre todo en ese horizonte de mutación profunda tanto en Venezuela como en nuestra América”.

“Yo creo que hay un resurgir de Bolívar, ese Bolívar que bajó de los altares que bajó del bronce de las estatuas o de las polillas de los documentos y se consustanció con su pueblo”, dijo.

Para Torres está fecha en los actuales momentos fue reivindicada por el Comandante Chávez. “Una de las cosas más afirmativas de los últimos 15 años se lo debemos a la pedagogía política del Comandante y es que aprendimos a ver a Simón Bolívar no como un pensamiento muerto, no como decía Alí Primera para prender velas e inciensos y mirras los 17 de diciembre o los 24 de julio; sino como un motivador e inspirador de cambios profundos.

“Ya ese Bolívar de los altares. Ese Bolívar alejado, edificado, endiosado por la historiografía temporal por algunos intereses lacayos de la burguesía ha sido cambiado por un Simón Bolívar más cercano, más popular”, afirmó.

CHÁVEZ REIVINDICADOR

El 24 de julio de 1783 nació en Caracas Simón Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios, quien años más tarde se convertiría en una de las figuras más significativas de la libertad en América, creador fundamental de la independencia del proceso republicano a lo Latinoamericano.

Decir Simón Bolívar es invocar a su reivindicador Hugo Chávez, su nombre representa inspiración patriótica del más alto rango moral y político.

Manuel Almeida, historiador comenta que para muchos historiadores tradiciones es una osadía tratar de trasladar la figura de Simón Bolívar a recientes hechos actuales ya que según sus opiniones se estaría mancillando la figura como tal.

Sin embargo, al transpolar los procesos que se vivieron en un época “y los colocamos en el contexto histórico para entender nuestro presente podemos darle un uso real a la historia”.

“No hay duda y es demostrable con hechos que las cosas que se planteó Bolívar en un momento determinado bajo contexto histórico menos adversos, el presidente Chávez lo llevó adelante en situación más adversa en situación donde podemos ver y sentir que existe el imperio más poderoso de la historia de la humanidad asechando; donde tenemos además desplegada toda su fuerza en torno a la subyugación de los pueblos latinoamericanos”, dijo.

La figura del Libertador Simón Bolívar es fundamental según explicó Almeida como eje central ideológico del proceso revolucionario y como eje fundamental de la lucha que se plantea Venezuela en estos momentos “como eje fundamental de la imagen de nuestra dignidad.

“Podemos hablar de dignidad a partir de nuestra condición de independencia, pero además de nuestra posibilidad de crear un proceso republicano distinto al sistema republicano burgues; pero además de permanencia en el tiempo. La figura de Chávez y Bolívar son dos importantes figuras de nuestro proceso de independencia”, destacó.

El nacimiento La Unasur, la Celac, Alba hizo énfasis el historiador son movimientos de integración que en algunas oportunidades el colectivo cree que son elementos de trabajo “meramente diplomáticos. 
Era a lo que nos tenían acostumbrados los diplomáticos del pasado. Estábamos dependientes de organismos internacionales que estaban subyugados a los intereses imperiales”.

La estela dejada por el paso de Bolívar por Venezuela es sin duda uno de los acontecimientos más importante en el proceso independentista de nuestra historia. Hoy a 230 años del natalicio del Libertador su figura se reivindica con el cumplimiento de parte de legado y es la continuación de la lucha por la independencia establecido en el primer objetivo estratégico del Plan de la Patria escrito de puño y letra por el Comandante Eterno Hugo Chávez

HAGAMOS HISTORIA

Simón José Antonio de la Santísima Trinidad de Bolívar y Palacios nació el 24 de julio de 1783 en Caracas, Venezuela y es una de las figuras más relevantes que ha tenido la historia de América.

Bolívar provenía de una familia de origen vasco de destacada posición económica y social. Sus padres fueron el Coronel don Juan Vicente Bolívar y Ponte, y doña Concepción Palacios Blanco. Tenía tres hermanos mayores, María Antonia, Juana y Juan Vicente.

Antes de cumplir tres años, Simón perdió a su padre. La educación de los niños estuvo a cargo de la madre, mujer de fina sensibilidad y capacidad para administrar los cuantiosos bienes que poseía la familia. Además de la herencia paterna, Simón era titular de un rico mayorazgo, instituido para él en 1785 por el Presbítero Juan Félix Jerez y Aristaguieta.

La vocación de Bolívar era el ejercicio de las armas. En 1797 ingresó como cadete en el Batallón de Milicias de Blancos de los Valles de Aragua, del cual había sido coronel años atrás su propio padre.

En 1799 viajó a España y completó su formación conociendo las doctrinas de filósofos españoles que sostenían el principio de la soberanía popular y rechazaban los poderes absolutos reconocidos al rey.

En España se sintió fascinado por Napoleón Bonaparte, y alternó en los círculos intelectuales y políticos, entre ellos con el sabio Alexander Von Humboldt. Durante un viaje a Roma con Simón Rodríguez, su maestro, Bolívar juró en el Monte Sarco “Qué no daría descanso ni reposo a su alma hasta romper las cadenas del opresor español”.

Bolívar participó en la batalla de Valencia en 1811 y luego organizó la ofensiva contra los realistas. Luego de algunas victorias liberó Bogotá el 10 de agosto de 1817. Formó la Gran Colombia ese mismo años y liberó Caracas en 1820. Luego se dirigió a Quito que fue liberada en 1822. En 1823 arribó a Lima con plenos poderes y organizó la ofensiva independentista contra las tropas realistas acantonadas en la sierra. Luego de las batallas de Junín y Ayacucho, ambas en 1824, consolidó la independencia del Perú. Regresó a su tierra natal luego de ver fracasado su proyecto de la Confederación de los Andes.

El 5 de julio de 1827 se embarcó rumbo a Cartagena y el 25 de septiembre de ese mismo año ocurrió un atentado contra el Libertador. Manuelita Sáenz, su leal compañera, le salvó la vida.

El Libertador, cada vez más enfermo, renunció a la Presidencia de Colombia y emprendió viaje hacia la costa de ese país. En marzo de 1830 entregó el poder a Domingo Caicedo. La muerte le sorprendió en San Pedro Alejandrino, una hacienda situada en las cercanías de Santa Marta, el 17 de diciembre de 1830. Sus restos mortales reposan hoy en el Panteón Nacional de Venezuela. (Tomado de www.educared.com).

Artículo: YVKE Mundial
Fuente: Correo del Orinoco