¡Ay... balazo..!,
fue lo último que exclamó el Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre el
día de su muerte. Simón Bolívar al enterarse de la lamentable noticia sentenció
“lo han matado porque era mi sucesor”, luego la historia le dio la razón a
nuestro padre de la Patria
y se demostró que detrás de tamaño crimen se encontraban las manos manchadas de
sangre de la oligarquía Santanderista anti Bolivariana.
Hace 183 años la
oligarquía separatista perpetró el asesinato del militar, político y estadista
más completo en la historia, un prócer venezolano quien luchó por la
independencia latinoamericana y un continente unido y soberano, Antonio José de
Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho.
Los autores
materiales del magnicidio quedaron registrados como; Apolinar Morillo,
venezolano; Andrés Rodríguez y Juan Cruz, peruanos; y Juan Gregorio Rodríguez
de Tolima, colombiano. De los autores intelectuales sólo sabemos aquello que
exclamó Morillo, en el patíbulo antes de morir: “que él pagaba con su vida el
crimen que había cometido, pero que otras personas al oír los tiros que se
disparaban contra su corazón, debían pedir perdón a Dios, por haber tramado el
delito por que él era castigado.”
Al revelar el
secreto del misterioso origen político que tuvo el atentado execrable de la
muerte de este ilustre americano, que involucra en esta conspiración a quienes
desconfiaban de la
Revolución de Venezuela, principalmente al General Francisco
de Paula Santander, los exaltados liberales, y señores como Manuel Antonio
Arrublas, Ciprián Cuenca, Ángel María Flores, Doctor Vicente Azuero, Luis
Montoya y Doctor Juan Vargas.
Para ellos un
obstáculo la existencia de Sucre, a quien consideraban como el lazo de unión
para mantener la integridad de Colombia. Estos ataque se mantuvieron en el
tiempo. Para 1850 habían pasado veinte años del asesinato del General Antonio
José de Sucre (1795-1830), hubo una mano malintencionada que puso en duda sus
méritos sometiendólo al escarnio público en un medio de comuncación, “El
Comercio de Lima” perteneciente a oligarquía peruana. A través de la historia
ellos, la oligarquía apátrida han tratado de mancillar todo aquello que
represente al ideal sucrense que no es otro que el bolivariano.
A pesar de sus
intentos y arrodillados ante el imperio, estos lacayos presentes en nuestro
territorio y que para desmembrar la unión Gran Colombiana tuvieron que matar a
Sucre, han fracasado en su intento de destruir su legado, pues muestras de la
integración que pregonaba está presente el los Bloques de integración
latinoamericana (Alba Unasur , Celac, Petrocaribe, Mercosur).
El pueblo
venezolano siempre ha tenido presente a su Gran Mariscal y la Revolución Bolivariana
encabezada por el Comandante Supremo Hugo Chávez quien rescató de las tinieblas
donde la oligarquía pretendía seguirlo teniendo, el nombre de Sucre, y lo
colocó en el sitial de honor que se merece.
Este insigne
héroe venezolano nació en Cumaná, estado Sucre, el 3 de febrero de 1795, y
desde pequeño siempre tuvo sueños independentistas y la firme esperanza de ver
una Venezuela libre del yugo español.
Su destreza
militar, grandeza política y personalidad independentista, así como sus
importantes victorias para alcanzar una patria unida, despertaron los más viles
sentimientos en sus contrincantes, quienes planificaron y ejecutaron su muerte.
Monumento del
Mariscal Sucre ubicado en la Av.
6 de agosto de Cochabamba en Bolívia (Foto. Archivo)
Desde muy joven
específicamente a los 15 años se alistó en el ejército patriota nacional y
participó en la campaña del Generalísimo Francisco de Miranda en 1812 contra
los realistas, durante la cual ascendió a teniente, y a partir de ese momento
dio sus primeros pasos en el camino que lo convirtió en prócer independentista
en contra del imperio español.
La revolución de
ese entonces, encontró a Sucre, la flor de la juventud, un hombre noble lleno
de amor a la patria que corrió a las armas, sin esperanzas de hacer fortuna, y
sin más objeto que la gloria y la libertad.
Su capacidad y
méritos le hicieron destinar al Estado Mayor, y en este ramo importante del
servicio mereció ser elevado al empleo de General de Brigada, en tiempos en que
no se prodigaban tan elevados puestos de la milicia.
En el año 1821
marchó al frente de un ejército en apoyo de la sublevación de Guayaquil, puerto
al cual también arribaron tropas del general San Martín. Comenzó entonces la
campaña de liberación de Ecuador, que tuvo su culminación en Pichincha, batalla
librada en 1822.
Con esta victoria
de Sucre se consolidó la independencia de la Gran Colombia , se
consumó la de Ecuador y quedó el camino expedito para la liberación de Perú,
tras la renuncia de San Martín. Sucre entró en Lima en 1823, precediendo a
Bolívar. Participó con él en la batalla de Junín y, el 9 de diciembre de 1824,
venció al virrey La Serna
en Ayacucho, acción que significó el fin del dominio español en el continente
suramericano.
Jamás vio la América un ejército más
disciplinado, más moral, ni más digno de un perfecto General como lo fue Sucre.
Sus movimientos estratégicos, su retirada, la elección del campo en que debía
triunfar, todo fue grande, todo inspiró respeto a sus enemigos, y todo
contribuyó a la esplendidez de la más señalada victoria sostenida en
Latinoamérica.
El día 4 de junio
del año 1830, en la montaña de Berruecos (actual Colombia) el Gran Mariscal de
Ayacucho recibió una descarga que lo privó de la vida. El Comandante General,
sucesor de Bolívar, era, por su talento y su inteligencia un complemento
indispensable del libertador. Probablemente por esta idea se realizó la reforma
constitucional de 1830 en la
Gran Colombia , sus enemigos logran poner la norma que para ser
Presidente o vice Presidente se debía tener 40 años (Sucre tenía 35). También
es factible que esto haya sido la causa de su asesinato.
Con Sucre vivo,
se garantizaba la continuidad política de Bolívar y la unidad de la Gran Colombia. Bolívar,
ya enfermo al enterarse en Venezuela de esta pésima noticia exclama “…Lo han
matado porque era mi sucesor…¡Santo Dios! ¡Se ha derramado la sangre de Abel!…
La bala cruel que le hirió el corazón, mató a Colombia y me quitó la vida“.
Efectivamente la
muerte de este prócer venezolano fue planificada con alevosía, ensañamiento,
ventaja y premeditación, y con un una emboscada acabaron con su vida.
Una Misión con su
nombre
Una de las más
hermosas misiones sociales de la
Revolución , creada por el Comandante Hugo Chávez el honor a
este ilustre hombre fue la
Misión Sucre , lleva con orgullo su nombre.
Esta hermosa
misión llamada así en su honor, es un plan diseñado como estrategia
gubernamental para romper los círculos de exclusión en la educación
universitaria, a través de la incorporación de todas y todos los bachilleres
que así lo deseen, según mandato constitucional y como vía para alcanzar el
desarrollo humano integral y sustentable, la soberanía nacional y la
construcción de una sociedad democrática y participativa.
En este sentido,
el Comandante Hugo Chávez señaló que “…la Misión Sucre es como
Sucre llevando antorchas, una antorcha de conocimiento, de fuerza moral, de
unidad del pueblo. Más allá de los partidos, más allá de las candidaturas, aún
más allá de la coyuntura electoral…”
Artículo: Prensa YVKE Mundial
Fuente: Aporrea