Venezuela es
América y Venezuela es el mundo. Unamos nuestras manos para defender al pueblo
de Chávez y Bolívar. Solidaridad universal contra el imperialismo yanqui.”
Las sanciones
contra el pueblo venezolano son un genocidio bien meditado y publicitado con
descaro. Lo mismo puede decirse del bloqueo a Cuba, que lleva ya más de medio
siglo. Sí, medio siglo de ejercicio de un genocidio brutal que solo ha podido
ser resistido y superado por la sabia conducción de sus gobernantes y por el
heroísmo del pueblo cubano. El genocida principal es el imperialismo yanqui y
sus sirvientes, insignificantes nanoverdugos.
Ríos de sangre y
cascadas de lágrimas, no han logrado saciar el apetito ni mitigar la sed de los
agresores más asesinos y perversos de la historia humana, los grandes multimillonarios que desde Wall
Street y de las capitales de todos los imperios pretender convertir al mundo
entero en fuente de su enriquecimiento.
Para esas
bestias, la ética fue triturada por sus propias fauces.
Los gringos y
otros, más pequeños pero no menos fieros, donde ponen sus miradas siembran muerte
y latrocinio. Es una espernible banda
criminal con un capo al que ahora le llaman Donald Trump.
Así se manifiesta
el imperialismo y no podría ser de otra manera. Es el anuncio del fin de la
perversidad capitalista; conforme se profundiza su crisis existencial, el
imperialismo se hace más sanguinario y más brutal. Es una bestia herida y
prisionera, tras los barrotes de su propia iniquidad.
Con más ojos que
el Argos de la mitología griega, observa en todas direcciones y fija sus
miradas en los gobiernos que quieren darle a su pueblo justicia, libertad y
auténtica democracia. Ahora está concentrado en el afán de destruir las
conquistas del pueblo de la Venezuela Bolivariana.
La patria de
Chávez, de Maduro y de un pueblo heroico como ninguno, hace ya muchos años ha
sido señalado como el objetivo a
destruir. El imperialismo le teme a la justicia social como dicen que las
fieras le temen al fuego. Intentaron un golpe de Estado contra el Presidente
Chávez y terminaron asesinándolo con métodos terriblemente crueles:
introdujeron en su cuerpo un factor cancerígeno que terminó con su vida.
También en más de una ocasión han intentado acabar con la vida del Presidente
Maduro.
También son los jefes reales de una oposición
abiertamente fascista y criminal. Las “guarimbas” fueron un intento criminal de
acabar con el modelo del socialismo del siglo XXI. Y fracasaron.
Después han
apelado al uso de la traición, a los nanoverdugos. El desvergonzado secretario
de la oea (por razones obvias con minúscula), Luis Almagro. Y luego, marcándole
el paso, el llamado “grupo de lima” (también con minúscula), los sirviente,
obedientes y genuflexos, al servicio del reconocido capo yanqui.
A todos ellos, al
capo y a sus servidores, les importa poco la verdad y la moral, nunca le han
concedido ningún respeto a los principios. Hablan de derechos humanos, sin
preocuparse de conocer qué significa este concepto que es jurídico pero sobre
todo moral. El gobierno de Estados Unidos pretende ser la “corte suprema” de los derechos humanos pero
no se ha adherido a ninguno de los múltiples convenios internacionales que los
definen y no ha asumido ninguna responsabilidad por su cumplimiento en su
propio territorio.
Pretenden llevar
al Presidente Maduro ante la Corte Penal Internacional, pero el Secretario
Bolton ha dicho claramente que el juez o fiscal que acepte una denuncia contra
un estadounidense será considerado un delincuente y sometido a un juicio penal
en los Estados Unidos. Para ellos hablar de derechos humanos no es más que un
pretexto para justificar su infame injerencia en los asuntos internos de otros
países, a los que quieren someter a su voluntad imperial.
Venezuela en este
momento es Latinoamérica, Venezuela es el mundo entero.
Es la hora de
construir un movimiento universal antiimperialista. Llegó la hora de una unidad universal de los
demócratas y de los auténticos defensores de la integridad física y espiritual
de los pueblos que aman la libertad y la justicia.
Fuente: Periódico Libertad
Articulo: Humberto Vargas Carbonell
Foto: Martín Rodríguez
Fecha: 24 enero 2019
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